DEPORTES DE PALA Y RAQUETA.
Menudo fin de semana de calor nos espera, lo que más apetece es playa, disfrutar del tiempo libre y compartir el sol brillante en buena compañía…
Los días son más largos y dados ha hacer deportes al aire libre, ya sea al salir de trabajar, de estudiar, de vacaciones o por las mañanas, llega el tiempo de paseos por la playa, los deportes de raqueta y pala…
El tenis como bien conocemos, da nombre a la epicondilitis o codo de tenista, que muchos sufrimos o hemos sufrido por la práctica de éste deporte y el trabajo de oficina. A parte de ésta tan sonada lesión, vuelve a escena la lesión de SLAP, de la que os hablamos hace unos posts. Tanto en la volea como en el saque estamos sometiendo al hombro a posiciones extremas con un brazo de palanca muy largo. Esto, junto con una mala dinámica muscular, nos hace candidatos a sufrir éste tipo de lesiones.
Como bien sabéis el tenis requiere una técnica y un posicionamiento en la pista que hace que si el rival es un poquito superior no demos ni una bola, por eso, hace unos años se puso de moda el pádel. El hecho de que se puedan utilizar las paredes y la pista sea más pequeña hacen este deporte muy divertido y dinámico. Ahora bien, el codo de tenista recibe éste nombre porque el pádel aún no estaba de moda, el hecho de que la pala no amortigüe tanto como lo hace el cordaje de la raqueta hacen que éste deporte sea bastante más lesivo que el tenis, tanto para hombros, cervicales, lumbares, codos e incluso rodillas (los movimientos se realizan en un espacio más reducido).
Desde Maria Jesús Coll Espaciosalud & Fisioterapia aconsejamos una correcta técnica de golpeo para ambos deportes, descargas musculares periódicas y la reeducación de la postura de tu hombro para prevenir las lesiones. Con una mejora de la calidad del tejido muscular y una correcta readaptación evitamos posibles recidivas. Y para ello contamos con la tecnología de INDIBA® ACTIV.
Por último mencionar o daros un pequeño consejo de otro deporte de la misma familia muy practicado en verano en las costas, hablamos de “las palas”.
Si bien no son tan agresivas como los dos deportes mencionados anteriormente para el miembro superior mucho cuidado con donde decidimos ponernos a jugar, sortear los desniveles en la arena y buscad una zona que sea lo más llana posible para evitar posibles lesiones que nos fastidien el verano.
Además, debemos recordar que si andamos descalzos por la playa, ejercicio saludable, combinamos los beneficios de caminar y el mar, el agua nos aporta unas propiedades ventajosas ya que es rica en yodo y sodio y favorecerá la hidratación de la piel y tonificará nuestros músculos.
No olvidemos que hablamos de una superficie inestable que pondrá a prueba nuestras articulaciones, por lo tanto esto este ejercicio requiere un esfuerzo extra, y sin darnos cuenta realizaremos un gran trabajo de propiocepción.
Os recomendamos empezar siempre un trabajo progresivo para que poco a poco vuestro cuerpo se vaya adaptando.
Tenemos que diferenciar entre andar por arena mojada y seca, esta última nos resultará más inestable, por lo tanto comenzaremos andando por la arena mojada para pasar poco a poco a la seca y así de este modo evitaremos que aparezcan las molestas agujetas y dolores musculares.
Por otro lado, la arena mojada puede ser una superficie tan dura como el asfalto y puede ser perjudicial si no amortiguamos de forma consciente el impacto en nuestras articulaciones.
Si nos animamos a caminar o jugar en la orilla del mar con el agua cubriéndonos hasta las rodillas es un ejercicio ideal para tonificar nuestras piernas.